“Ver en la oscuridad: Notas sobre el estilo de Conrad”

“Ver en la oscuridad: Notas sobre el estilo de Conrad”

CONRAD, Joseph. Heart of Darkness.
Edición de Penguin Popular Classics (1ª Ed. 1994)

Alberto Pickers

(La literatura) tiene que aspirar afanosamente a la plasticidad de la escultura, el color de la pintura, y a la insinuación mágica de la música – que es el arte de las artes
Joseph Conrad (El Negro del ‘Narciso) 

Siempre que alguien me pregunta sobre El Corazón de las Tinieblas de Joseph Conrad, lo primero que aparece en mi mente es una impresión de oscuridad densa y viva, que supura por todos los sentidos. Su estilo impresionista y emocional, donde Conrad plasma una serie de tonalidades poéticas repleta de metáforas, es la clave de esta novela. Si Turner pudo capturar los atardeceres en sus lienzos, Rodin el movimiento en sus esculturas y Wagner la intensidad en sus partituras, Conrad consiguió capturar la oscuridad del alma en su prosa. Este texto explorará las elecciones estilísticas del autor para conseguir transmitir vitalidad a la oscuridad. Además de el uso del lenguaje, rico en adjetivos y plasticidad, se analizarán la creación de atmósfera a través de los sentidos, la estructura impresionista y el tono irónico e interpelativo de Marlow que, en mi opinión, otorga a El Corazón de las Tinieblas su posición crítica contra el colonialismo.
Conrad tiene una facilidad envidiable, en sus descripciones, de pasar de lo físico (el río, la selva, el barco, el mar),  a lo metafórico y especulativo – muchas veces en la misma frase – creando así atmósferas cohesionadas que recuerdan a la composición pictórica o musical. Para ello, utiliza frases largas repletas de adjetivos cuya función es embellecer pero también ralentizar el texto para que el lector repare en los detalles. The rapids were near, and an uninterrupted, uniform, headlong, rushing noise filled the mournful stillness of the grove, where not a breath stirred, not a leaf moved, with a mysterious sound – as though the tearing pace of the launched earth had suddenly become audible” (pág. 24).  Las frases largas que crean atmósfera, y llevan al lector a adentrarse en el texto y acompañar a Marlow en su viaje, se entremezclan con frases más cortas, y enumeraciones, para acciones y descripciones más directas, que agilizan el texto creando un ritmo menos monótono. Hay varias personificaciones de la naturaleza (pág 57: “the mist screams”) ya que el paisaje y la naturaleza mimetizan la oscuridad central y proporcionan una riqueza semántica sublime.
The earth for us is a place to live in, where we must put up with sights, with sounds, with smells” (pág. 71). En este mundo creado por Conrad, la evocación de los sentidos está muy presente, dando una vitalidad al texto que traspasa sus páginas y añade capas a su atmósfera. Las descripciones de lo visual son primordiales, con una gran carga de adjetivos que denotan oscuridad (gloom, dark, sombre, frightful, etc.), y un ritmo ralentizado, como si fuera una pesadilla de la que no nos podemos despertar. De hecho, utiliza la palabra pesadilla en más de una ocasión, sobre todo cuando las imágenes exhiben una crueldad y crudeza máxima (por ejemplo: los locales encadenados o muriendo por las esquinas). Los olores también tienen una carga relevante, rezumando a través del barro mojado o la carne de hipopótamo pudriéndose en el barco, por ejemplo, que representa la putrefacción ética que envuelve la historia. Pero, por detrás de lo visual, los sonidos son una de las partes más significativas ya que se utilizan muchos en momentos de acción como los tambores, los rápidos, el viento o la voz grave de Kurtz que crean los latidos sobre los que se sostiene la trama, los personajes y la propia atmósfera. Al fin y al cabo, según Conrad la música es el arte de las artes. “(…) Perhaps on some quiet night the tremour of far-off drums, sinking, swelling, a tremor vast, faint; a sound weird, appealing, suggestive, and wild (…)” (pág. 29). Tan importante como los sonidos que se narran explícitamente, es el silencio que tiene un papel protagonista para crear tensión (antes del ataque en el río, por ejemplo), o como metáfora de la opresión de los congoleses y la tierra, que permanece muda ante el horror de la colonización. En la obra Marlow dice: “one can’t live with one’s finger everlastingly on one’s pulse” (pág. 59), pero Conrad utiliza todos los sentidos para otorgarle un pulso al texto que el lector siente constantemente.
Como la atmósfera, la estructura de la novela también es como un cuadro impresionista, donde no hay límites claros y delineados – todos los recursos se entremezclan y entrecortan, haciendo que el lector tenga que mantener su atención como un oyente del discurso y el flujo de pensamiento de Marlow. La narración se intercala con reflexiones que, en ocasiones, paran el ritmo de los acontecimientos. Éstos son contados por Marlow al tiempo que se desarrollan, metiendo al lector como al personaje a la vez en una situación (por ejemplo: en el ataque al barco antes de llegar a Kurtz, no se dice nada explícito sobre el ataque si no que hace que el lector sienta la experiencia como la vive Marlow). Muchos dicen que Conrad es un maestro de las escenas más que de la trama y, en este caso, estoy de acuerdo en que la forma envuelve al fondo y lo mimetiza. La trama no es lo importante en El Corazón de las Tinieblas ya que Conrad, como dijo en la cita inicial de este texto, quería capturar la plasticidad de la escultura, el color de la pintura y la insinuación mágica de la música, para crear escenas vivas – algo que está más que conseguido.
Cabe destacar, a su vez, el tono irónico e interpelativo empleado por Conrad a través de Marlow. Un tono que ha sido muy discutido desde diferentes perspectivas – desde críticas a la novela por ser racista hasta lo todo lo contrario, donde este texto se posicionará. Marlow utiliza reflexiones constantes (“I asked myself sometimes what it all meant” – pág. 33) y explícitas acerca del colonialismo, llegando a decir, por ejemplo, que los colonizadores son ladrones (pág. 44). El uso repetido de exclamaciones e interrogaciones dan énfasis al discurso de Marlow, y muestran la opinión de Conrad (20: “he called them enemies!”). Pero es en su tono e interpelaciones a los lectores en donde más se vislumbra esta posición que está reforzada por la propia experiencia de Conrad en el Congo. Como dice Marlow, irónicamente, after all, I also was part of the great cause of these high and just proceedings” (pág. 23). Unos procedimientos tan “elevados” y “justos” que se desmoronan durante toda la obra de la mano de la atmósfera pecaminosa, las reflexiones explícitamente contrarias de Marlow y las últimas palabras de Kurtz: “the horror, the horror!” (pág. 100).
Según Conrad, a través de Marlow, ‘… it is impossible to convey the life-sensation of any given epoch of one’s existence – that which makes its truth, its meaning, its subtle and penetrating essence. It is impossible. We live as we dream – alone” (pág. 39) pero se puede argumentar que él consiguió transmitir, en El Corazón de las Tinieblas, esa sensación viva de la época oscura del colonialismo, más concretamente en el Congo, acercándonos a su trágica verdad, su oscuro significado sobre la naturaleza humana y su penetrante esencia.


Alberto Pickers

Bibliografía adicional:

CONRAD, Joseph. The Nigger of the ‘Narcissus’ and other stories. Penguin Classics; Edición revisada (2007)

Comentarios

Entradas populares