La posesión como propiedad: el estado de poseer o ser poseído



La posesión como propiedad: el estado de poseer o ser poseído

La novela de Toni Morrison Beloved es uno de los libros de ficción más importantes escritos sobre la esclavitud en la literatura norteamericana. Un componente clave de la novela es el tema de la posesión y de la pertenencia. Este artículo explora como se presenta la posesión a través de la lengua, la esclavitud y la aparición sobrenatural. Sugiere que el acercamiento de Morrison al escribir el libro y desarrollar un estilo y una estrategia con la cual poder describir los acontecimientos requiere una aproximación original y desafiantes al tema.

Palabras claves: posesión, propiedad, lenguaje, esclavitud, aparición sobrenatural.



Abstract

Toni Morrison’s novel Beloved is one of the most important books written in fiction about slavery in American literature. A key component of the novel is the theme of possession and ownership. This essay explores how possession is presented through themes of language, slavery and haunting. It will suggest that Morrison’s approach to writing the book and evolving a style and strategy with which she could describe the events required original and challenging approaches to her topic.


Key words: possession, ownership, language, slavery, haunting.



I was leaving the South to fling myself into the unknown… I was taking a part of the South to transplant in alien soil, to see if it could grow differently, if it could drink of new and cool rains, bend in strange winds, respond to the warmth of the other suns and, perhaps, to bloom.

Black Boy by Richard Wright

Un aspecto destacable en este extracto, que pertenece a su libro de memorias, es la fuente de sentido de esperanza y optimismo en la frase «taking part of the south to transplant in alien soil» Richard Wright ha dejado ese mundo del Sur, al conseguirlo logra poseer algo que «could […] perhaps» le permita crear una vida desde la nada. Sin embargo, Beloved es una novela donde las personas son posesión y, por extensión, cualquier cosa que estas posean pertenecen a sus propietarios: sus cuerpos, su lenguaje, su descendencia, su identidad, su dignidad, es decir, su mismísima existencia. La posesión es un concepto clave en Beloved que se muestra a través de una variedad de formas y resonancias, desde el hecho de eliminar cualquier tipo de posesión en lo poseído así como la casa poseída por el fantasma que habita en el 124 de Bluestone Road y en la misma Sethe. Este ensayo explorará estos y otros aspectos de posesión dentro de la novela en un concreto marco histórico.

Beloved es la quinta novela de Toni Morrison y la más aclamada. Ganó el Premio Pulitzer en 1988. Margaret Atwood la describía como: «a triumph»[1] resaltando la prosa y el estilo narrativo en The New York Times Book Review. Mientras que la revista New Yorker declaraba: «There is something great in Beloved: a play of human voices consciously exalted, perversely stressed, yet holding true. It gets you»[2] Su anterior novela Tar Baby explora el uso de la Mitología mientras que Beloved se centra en la Historia. Esta última está basada en un incidente real en el que una mujer negra llamada Margaret Garder mató a su hija para impedir que regresara a la esclavitud. En una entrevista hecha por Mervyn Rothstein a la autora esta habla sobre dónde encontró la idea para escribir el libro: « I found an article in a magazine of the period, and there was this young woman in her 20's, being interviewed […] and she was very calm, she was very serene. […] she kept saying, 'No, they're not going to live like that. They will not live the way I have lived»[3]  Esto es la esclavitud.  Morrison reconocerá en una entrevista en 1990 la difícil tarea que le supuso reconstruir la historia: «I really didn’t want to write this book»[4] así como lo duro que fue para ella tratar tanto el tema como el abordar la esclavitud: «But I was really upset because I had to talk about slavery in particular” […] I really don’t want to do this. I really wanted to talk about that incident with his historical figure who had did. But I was really upset because I had to talk about slavery in particular»[5]

La propia historia de Margaret Gardner está físicamente presente en el libro cuando Stamp Paid muestra a Paul D un viejo recorte de periódico sobre el arresto de Sethe y su encarcelamiento por matar a su hija: «[…] He smoothed the clipping with his fingers and peered at it, not at all disturbed. From the solemn air with which Stamp had unfolded the paper, the tenderness in the old man’s fingers as he stroked its creases and flattened it out, first on his knees, then on the split top of the piling, Paul D knew that it ought to mess him up. That whatever was written on it should shake him. […]»[6] La dulzura con la que Paul D toca el papel nos recuerda el estilo delicado de Morrison al trabajar este tema. En una entrevista Morrison comenta como encontró la forma de acercarse a la escritura de esta novela: [...] to find the language for it. […] The language just pares down. You don’t get ornamental […] you get still, very clean-limbed, very quiet because the event itself is bigger than language»[7] A través de este alejamiento, lo que llega al lector son los temas que la autora explora a través de la novela tales como: la memoria, la comunidad, el amor y la posesión.

Morrison inserta ecos y formas del pasado, así como la historia que los personajes no tienen, no poseen. Sethe, por ejemplo, ama los sicamores, los mismos en el que los esclavos han sido colgados. Sin embargo, este árbol tiene una larga tradición en la cultura Africana, proveniente del antiguo Egipto. De manera similar, Sethe imagina el nacimiento de su hija, Denver, como un antílope, un animal que ella nunca ha visto pero que viene a su mente a través de imágenes de su madre – una primera generación de esclavos los cuales trajeron sus recuerdos de África con ellos a América. Los chicos también hicieron especial amistad con los árboles, ellos no podían poseerlos, estos eran propiedad de la tierra de sus dueños, pero podían sentir conexión hacia ellos lo que sugiere un vínculo antiguo y profundo.

Sethe recuerda oír las palabras que su madre pronunciaba en la lengua nativa, pero es una lengua que no les pertenece. Ellos hablaban el idioma de los propietarios de esclavos: el inglés. Un idioma puede perderse o puede ser negado. Sixto proporciona una de los ejemplos más significativos de como una lengua te puede ser negada. En el estilo propio de Morrison, aparece pronto en la novela como este personaje deja de hablar inglés «because there was no future in it»[8] Esta escena merece mención ya que muestra como Sixto puede usar la lengua como un igual en términos de argumento, lógica y significado, pero que se le deniega por pertenecer a aquellos que no la poseen:

[…] “You stole that shoat, didn’t you?
“No. Sir.” said Sixo, but he had the decency to keep his eyes on the meat.
“You telling me you didn’t steal it, and I’m looking right at you?”
“No, sir. I didn’t steal it.”
“Did you butcher it?”
“Yes, sir.”
“Did you cook it?”
“Yes, sir.”
“Well, then. Did you eat it?”
“Yes, sir. I sure did.”
“And you telling me that’s not stealing?”
“No, sir. It ain’t.”
“What is it then?”
“Improving your property, sir.”
“What?”
“Sixo plant rye to give the high piece a better chance. Sixo take and feed the soil, give you more crop. Sixo taken and feed Sixo give you more work.”
Clever, but the schoolteacher beat him anyway to show him than definitions belonged to the definers – no the defined.[9]

Es un diálogo corto y conciso donde el maestro incluso reconoce la coherencia del argumento de Sixto: «clever». Sin embargo, Sixto será castigado por ello, no tanto por el hecho de robar un lechón sino por su presunción de que podía discutir con un igual. Será en este punto cuando Sixo vea que no hay futuro en hablar una lengua que no le pertenece. Hay muchas cosas que los personajes no pueden poseer en Beloved. Pero, ¿qué cosas pueden poseer? ¿Qué puede una persona que no tiene ningún tipo de derecho legal a poseer algo llamarlo propio? Sus sentidos y sus recuerdos. Son dos cosas que un esclavo puede atreverse a poseer. El color es importante en la novela ya que sugiere  el mundo de los sentidos. Baby Suggs «was so starved for color»[10] que dedica sus últimos años de vida a buscarlo y Sethe recupera el color con la aparición de Paul D.

Hay dos momentos en la novela cuando a los personajes se les permite experimentar el poder de posesión. El primero es el reconocimiento de Baby Suggs de libertad. Con el fin de mostrar una escena cargada de una intensa emoción ante el descubrimiento del personaje al darse cuenta de su libertad por primera vez, Morrison describe lo siguiente: «Something’s the matter. What’s the matter? What’s the matter? She asked herself. She didn’t know what she looked like and was not curious. But suddenly she saw her hands and thought with a clarity as simple as it was dazzling, “These hands belong to me. These my hands.” Next she felt a knocking in her chest and discovered something else new: her own heartbeat»[11] El segundo es cuando Paul D tiene una conmoción similar cuando se le paga unas monedas por su trabajo por primera vez – la idea de que él pueda recibir una paga por su trabajo, poseer algo, ser un trabajador en lugar de un esclavo, es una revelación, una liberación de sus reflexiones frecuentes del peligro de darte permiso de pensar que algo puede ser tuyo: “Listening to the doves in Alfred, Georgia, and having neither the right nor the permission to enjoy it because in that place mist, doves, sunlight, copper-dirt, moon - belonged to the men who had the guns»[12] Desde ese entendimiento, Paul D desarrolla una estrategia de precaución discreta de posesión: “So you protect yourself and loved small»[13] explica, y en el mismo fragmento comprende qué estaba buscando Sethe cuando ella le cuenta acontecimientos del pasado: «to get to a place where you could love anything you choose - not to need permission for desire - well now, that was freedom»[14] Estos momentos, sin embargo, son inusuales en la novela en la que los personajes son capaces de sentir que están en posesión de sí mismos. Son solo un breve destello en un mundo donde poseer se les deniega.

El último aspecto sobre la posesión a considerar es la aparición sobrenatural. Tema central de la historia, no solo porque Beloved posea el 124 de Bluestone Road sino porque los personajes son poseídos por su pasado. Es una de las estratagemas más valientes de Morrison emplear una historia de fantasmas en la que el lector puede involucrase sin el conocimiento de si es o no es real, de que es algo imaginado. Esto puede ser visto como un golpe maestro por Morrison ya que no hay nada en Beloved que permita al lector permanecer distanciado y distante. El sentido de extrañeza y misterio, la intensa tristeza del fantasma de una niña y, más tarde, el regreso del fantasma de Beloved  no solo con los personajes sino con el lector a un profundo nivel psicológico.


Cabe destacar que en las últimas dos páginas de la novela Morrison, a través de un lenguaje poético, se centra en la idea de que: «It was not a story to pass on»[15] La autora usa la repetición para requerirle al lector que piense exactamente lo contrario. Al usar esta técnica narrativa enfatiza el mensaje implícito para demostrar que esta historia no es una historia para morir. Ella invierte su «pass on» para significar «to go on through…continue…tell…» Sólo podemos legar cosas a otros si las poseemos. Aunque «remembering seemed unwise»[16] no se debe permitir que la amnesia nacional haga que se olvide la historia de la esclavitud como «a bad dream»[17]. A pesar de que, en palabras de Morrison: «anything dead coming back to life hurts»[18]



Bibliografía
MORRISON, T. Beloved. Vintage. Great Britain. 1997.

Webgrafía
DURAN GIMÉNEZ-RICO, I. (1989) La tradición afroamericana en Beloved de Toni Morrison. Revista Alicantina de Estudios Ingleses.







[1]https://www.randomhouse.com/highschool/catalog/display.pperl?isbn=9781400033416&view=print
[2] Ibíd.
[3] https://archive.nytimes.com/www.nytimes.com/books/98/01/11/home/14013.html
[4] https://www.youtube.com/watch?v=RP6umkgMRq4
[5] Ibíd.
[6] MORRISON, T. Beloved. Great Britain: Vintage. 1997
[7] https://www.youtube.com/watch?v=RP6umkgMRq4
[8] MORRISON, T. Beloved. Great Britain: Vintage. 1997
[9] Ibíd., p. 191
[10] Ibíd., p. 38
[11] Ibíd., p. 141
[12] Ibíd., p. 162
[13] Ibíd., p. 162
[14] Ibíd., p. 162
[15] Ibíd., p. 274
[16] Ibíd., p. 274
[17] Ibíd., p. 274
[18] Ibíd., p. 35

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