Algunas traducciones de "Al faro" vistas al microscopio

Por: Sonsoles García-Albertos


Virginia Woolf. To the Lighthouse. Collins Classics. Londres 2013. (Publicación original 1927)

Virginia Woolf. Al faro. Edhasa. Barcelona 2006. Traducción de Carmen Martín Gaite (Traducción 1978)

Virginia Woolf. Al faro. Cátedra. Madrid 2016. Traducción de Dámaso López (Traducción 1999)

Virginia Woolf. Al faro. DeBolsillo. Barcelona 2018. Traducción de Miguel Temprano García (Traducción 2011)


1

La traducción de un libro es siempre una re-escritura y así debemos aceptarlo los lectores: cuando nos enfrentamos a una obra como Al faro, de Virginia Woolf, estamos leyendo la versión que de la misma ha hecho el traductor, no las palabras de la autora, y para construir ese texto que quiere ser el mismo pero en otro idioma, ha tenido que tomar decisiones que sacrificarán algunos aspectos de la novela y lo harán más fiel al original en otros. Si la obra es fondo y forma de manera indisoluble, al verterla a otro idioma la forma tiene necesariamente que transformarse (otra sintaxis, otra variabilidad de registro, otras connotaciones, dos vocabularios que no forman una correspondencia biunívoca...) y por lo tanto nace otro texto.

Una de las ventajas de explorar el lenguaje de las traducciones en un clásico como Al faro es que se encuentran disponibles multitud de ellas. Para la realización de este trabajo se han elegido tres en concreto, dos de ellas profundamente divergentes a la hora de dar voz a Virginia Woolf en castellano.
1.      La traducción de la escritora Carmen Martín Gaite para Edhasa del año 1978, a partir de aquí [CMG]. Se trata de lo que podemos denominar versión de autor y destaca porque el valor al que se le ha dado prioridad es a la construcción de un lenguaje literario de calidad.
2.      La traducción de Dámaso López [1]para Cátedra del año 1999, a partir de aquí [DL]. En este caso, la traducción es extremadamente literal siempre que la gramática española lo admite.
3.      La traducción de Miguel Temprano García [2]para DeBolsillo del año 2011, a partir de aquí [MTG]. Esta versión supone una síntesis equilibrada la mayoría de las veces entre los valores literarios indiscutibles de [CMG] y la fidelidad al texto original palabra por palabra de [DL] y actualiza el lenguaje haciéndolo más próximo al castellano que actualmente hablamos.
Umberto Eco escribió un libro sobre su experiencia como traductor y lo tituló Decir casi lo mismo. Utilizando tres fragmentos de Al faro (incluyendo también el texto original en inglés [OR]), miraremos al microscopio ese casi, comprobaremos como cada palabra importa en la formación del sentido y quizá, a partir de ahora, sospechemos de todos los libros traducidos de nuestra biblioteca.

2

‘Yes, of course, if it’s fine tomorrow,’ said Mrs Ramsay. ‘But you’ll have to be up with de lark,’ she added. ([OR] Pág 1)

—Desde luego, si hace bueno mañana, desde luego —dijo la señora Ramsay—. Pero habría que levantarse con el alba —añadió. ([CMG] Pág 5)

—Sí, mañana, por supuesto, si hace bueno —dijo Mrs. Ramsay—. Pero tendréis que levantaros con la alondra —agregó. ([DL] Pág 71)

—Pues claro, siempre que mañana haga bueno —dijo la señora Ramsay—. Pero tendréis que levantaros al despuntar el día —añadió. ([MTG] Pág 9)

Esta frase es el inicio del libro. Los tres traductores han asumido los guiones como marcas textuales para diálogo en lugar de las comillas simples que se utilizan en la edición anglosajona. [CMG] y [MTG] se refieren a la protagonista como señora Ramsay mientras que [DL] mantiene la abreviatura del tratamiento en inglés, Mrs. Ramsay. La nacionalidad de los personajes se mantiene perfectamente a lo largo del libro con los nombres y apellidos (ningún nombre ha sido traducido por su equivalente en castellano en ninguna traducción) y hacen superfluo el uso de Mrs. que para muchos lectores será un estorbo en el flujo de la lectura, mientras que señora se integra sin problemas al ser una palabra de uso común.

En la traducción de la primera frase observamos como [CMG] ha elegido una solución que busca mantener el significado y el matiz tajante reescribiéndola de nuevo para que resulte completamente natural en castellano a cambio de sustituir la palabra Yes por una repetición de desde luego que funciona también como reafirmación del enunciado por parte del hablante. [DL] ha conservado todas las palabras del inglés original, si bien se ha concedido un cambio de orden para aproximarse al registro hablado culto del castellano. [MTG] se decide por una reescritura sin ambages, como [CMG], si bien no resulta tan natural.

Respecto a be up with the lark, [DL] traduce literalmente la expresión idiomática y obtiene una frase que, al menos, suena extraña: levantaos con la alondra. Para mantener en castellano una referencia a un pájaro, podría haber elegido antes de que cante el gallo, pero ciertamente choca con el registro alto del texto, en el que alondra aporta connotaciones de elegancia y libertad más adecuadas. [CMG] y [MTG] se descantan por frases con palabras cultas, alba y despuntar respectivamente.

El último punto sobre el que quería llamar la atención en esta frase es el uso de haber que frente a tener que como perífrasis verbales para expresar deber. Solo [CMG] utiliza haber que, que actualmente está en desuso. Las otras dos referencias escogen tener que, que a oídos de un español suena demasiado contemporáneo para 1927, fecha del texto original. Sin duda, uno de los aciertos de [CMG] es un léxico común que no resuena excesivamente reciente y así traslada al lector la sensación de estar oyendo hablar a personas del pasado.

3

‘No going to the Lighthouse, James,’ he said, as he stood by the window, speaking awkwardly, but trying in deference to Mrs Ramsay to soften his voice into some semblance of geniality at least.
Odious little man, thought Mrs Ramsay, why go on saying that? ([OR] Pág 12)

—No se podrá ir al Faro, James —dijo.
Estaba de pie junto a la ventana y hablaba atropelladamente, aunque, por consideración a la señora Ramsay, trataba de suavizar el tono de su voz para que pareciera, por lo menos, un poco simpática.
«Qué hombre tan pesado —pensó la señora Ramsay—, ¿otra vez con lo mismo?» ([CMG] Pág 20)

—No habrá viaje al Faro, James —dijo, en pie, junto a la ventana, pero intentando, como deferencia hacia Mrs. Ramsay, endulzar la voz, como si pretendiera hacer ver, al menos, que lo decía en broma.
Hombrecillo detestable, pensó Mrs. Ramsay, ¿es que no puede dejar de recordárselo? ([DL], Pág 82)

—Ya te puedes ir olvidando de ir al faro mañana, James —dijo.
Estaba de pie al lado de la ventana y hablaba en tono forzado, aunque por deferencia con la señora Ramsay tratara de impostar la voz para que sonara un poco más simpática.
¡Y dale...!, pensó la señora Ramsay. ¡Qué hombre tan plomo! ([MTG] Pág 22)

La primera diferencia relevante que se observa en este fragmento del capítulo 2 de la parte I es que [MTG] no ha mantenido la mayúscula de faro, cuando se trata de una decisión estilística de Virginia Woolf que puede ser respetada en castellano y que, de hecho, crea la misma extrañeza que en la versión original. De cualquier forma, ningún traductor la ha mantenido en el título.

También en este fragmento podemos apreciar que en [CMG] se modifican los puntos y aparte para evitar una acotación excesivamente larga para lo que resulta natural en la literatura en castellano. Esta libertad para distribuir de otra manera las pausas largas en la narración se repite a lo largo de todo el texto y podría no ser admisible en una traducción que no sea de autor. Lo mismo sucede con el uso de comillas y guiones como marcadores textuales del pensamiento, que también reitera a lo largo de toda la traducción.

Otro punto donde cada traductor ha tenido que elegir entre muchas posibilidades es la traducción del adverbio awkwardly. [CMG] se ha decantado por atropelladamente en lugar de torpemente que sería una opción más literal, manteniendo así el registro léxico un poco más elevado que el resto de traducciones. [DL] no lo ha traducido y [MTG] utiliza en tono forzado, que es, nunca mejor dicho, una expresión forzada si nos remitimos al original, pero que engarza bien con el impostar la voz con el que soluciona soften his voice. Para estas palabras [CMG] utiliza suavizar el tono de voz y [DL] sorprende con endulzar la voz, que no acaba de tener sentido con como manera de hacer ver que lo decía en broma, y que no se corresponde con el sentido de la frase del texto original.

En la última frase, Odious little man connota en inglés el enfado de la señora Ramsay. [CMG] opta por la reescritura completa para ganar naturalidad sin rebajar el estado anímico del personaje. [MTG] hace lo mismo, pero escogiendo una expresión, de nuevo, demasiado contemporánea e incluso vulgar para la burguesía acomodada de principios de siglo (esto mismo le sucede con las frases inicial y final del fragmento). [DL] apuesta por la literalidad, Hombrecillo detestable, y aporta un matiz irónico al pensamiento de la señora Ramsay a costa de perder naturalidad en el idioma.

4

He said nothing. He took opium. The children said he had stained his beard yellow with it. Perhaps. What was obvious to her was that the poor man was unhappy, came to them every year as an escape; and yet every year, she felt the same thing; he did not trust her. She said, ‘I am goingo to the town. Shall I get you stamps, paper, tobacco?’ and she felt him wince. ([OR] Pág. 36)

Él no dijo nada. Fumaba opio. Los chicos decían que por eso se le había puesto la barba tan amarilla. Podía ser. Lo que a ella le resultaba evidente es que aquel pobre hombre no era feliz, todos los años venía a refugiarse con ellos, como huyendo, y aun así todos los años daba la misma impresión: que no confiaba en ella. Le había dicho: «Voy a la ciudad, ¿puedo traerle sellos, papel, tabaco?», y había notado su rechazo. ([CMG], Pág. 54)

No dijo nada. Tomaba opio. Los niños decían que el opio volvía rubia la barba. Quizá. Lo que sí le parecía evidente es que el pobre era un infeliz, y que se venía con ellos todos los años para huir de algo; y año tras año ella se sentía igual: él no confiaba en ella. Le había dicho: «Voy al pueblo, ¿quiere sellos, papel de catas, tabaco?», y él se limitó a quedarse parpadeando.([DL], Pág. 107)

No respondió. Tomaba opio. Los niños decían que eso era lo que le había teñido la barba de amarillo. Lo que era evidente para ella es que aquel pobre hombre era desdichado, iba a visitarlos cada año como si quisiera escapar de algo; pero, por muchos años que pasaran, la señora Ramsay seguía teniendo la impresión de que no se fiaba de ella. Le dijo: «Voy al pueblo. ¿Quiere que le traiga sellos, papel, tabaco?», y notó que hacía una mueca. ([MGT], Pág 52)

El fragmento reproducido es el inicio del capítulo 8 de la parte I. El primer punto sobre el que se quiere llamar la atención es sobre la traducción de la frase He took opium, en la que el mayor acierto es para la versión [CMG], Fumaba opio, frente a las otras dos, que utilizan Tomaba opio, una elección más literal. Sin embargo, cuando en español nos referimos a que una droga o una medicina se toma, la primera y prácticamente única opción que contempla el lector es su ingesta por vía oral, y este matiz, en esta frase en concreto, estorba en la lectura. Y de cualquier manera, si no nos hemos parado a pensar si el opio pudo dispensarse en pastillas en los principios del siglo XX, nos detendremos en la siguiente frase, cuando se le culpe de que haber puesto la barba amarilla, pues no tendrá sentido que unos niños lo relaciones con algo que se traga.

Si observamos en detalle la traducción del párrafo completo en la versión [DL] nos daremos cuenta de que el uso de los pronombres personales no ha quedado resuelto con naturalidad. El hecho de que en inglés siempre quedé explícito el sujeto de una oración hace mucho más fácil seguir la focalización del narrador que en el texto traducido, ya que en castellano la reiteración de los pronombres sujeto el/ella resulta torpe. En la redacción de [DL] no queda claro el complemento indirecto de la frase Lo que sí le parecía evidente es que el pobre era un infeliz salvo por el contexto; de hecho, lo que sería más habitual es que fuera el último sujeto singular en aparecer (el último personaje focalizado individualmente), en este caso el de la frase No dijo nada, y no es así. Quien piensa que es un infeliz es la señora Ramsay. Y a continuación, nos encontramos dos pronombres sujeto seguidos precediendo al verbo, ella se sentía igual: él no confiaba en ella, y dos repeticiones de ella muy próximas. Esta solución trasmite una torpeza impropia de un texto de tanto renombre y tanta influencia como Al faro.

[CMG] resuelve el cambio de foco con elegancia, repitiendo ella dos veces en el fragmento, pero a una distancia suficiente como para no molestar. [MTG] se ve forzado a introducir el sintagma la señora Ramsay, que no aparece en el original, para evitar empezar y concluir una frase con el pronombre ella.

También sirve este fragmento para mostrar con un ejemplo muy conocido como entre los léxicos de dos idiomas no existe una correspondencia perfecta. La palabra town, que se utiliza para ciudad pequeña o pueblo grande, ha sido traducida por ciudad en [CMG] y por pueblo en [DL] y [MTG], y ninguna de las dos soluciones contiene el significado de la palabra inglesa.

De nuevo, como en los fragmentos anteriores, nos encontramos con que [CMG] utiliza un registro alto para los diálogos que nos remite al pasado. Su ¿puedo traerle sellos, papel, tabaco? resulta de una educación más exquisita que el ¿quiere sello, papel de cartas, tabaco? de [DL] y el ¿Quiere que le traiga sellos, papel, tabaco? de [MTG]. De hecho, el uso del auxiliar shall en inglés es también una forma cortesía muy formal y hoy en retroceso entre conocidos, como es el caso de los personajes de este fragmento.

Por último, detengámonos en la última frase, she felt him wince. Wince significa apartarse de algo, echarse hacia atrás, hacer una mueca o avergonzarse. Las traducciones de [CMG] y [MTG] no son equivalentes en significado, pero ambas resultan aceptables. Sin embargo, la de [DL], él se limitó a quedarse parpadeando, no traslada al castellano lo que él puede estar haciendo y además cambia la focalización a él cuando la autora la mantiene en la señora Damsay.

5

El análisis pormenorizado realizado a estos tres fragmentos podría extenderse a todo el libro, y veríamos que se repiten muchas de las características que se han identificado. Como resumen, se puede citar como rasgo distintivo de la traducción [CMG] que se ha mantenido el registro alto sin recurrir a un léxico excesivamente culto no solo en la voz del narrador sino en los diálogos, dotando así al texto de un sonido que remite a épocas anteriores, y esto se ha hecho reescribiendo los diálogos sin intentar apenas referenciarlos a los originales en cuanto a sintaxis se refiere y dotándolos de las mismas emociones en ambas lenguas. La traducción [MTG] ha seguido la misma estrategia de reescritura de los diálogos, pero utilizando un lenguaje que es prácticamente el actual. Por el contrario, [DL] ha optado por la reproducción de las estructuras sintácticas siempre que ha sido posible, y esta fidelidad al original ha tenido como consecuencia que el texto no fluya con naturalidad en castellano. Llama la atención que, a nivel semántico, la traducción [DL] es la más infiel al sentido de las palabras de Virginia Woolf al elegir vocablos que apenas comparten significado con los originales en inglés.[3]

Ha quedado demostrado a lo largo de este trabajo que debemos acercarnos a las obras traducidas con precaución y en estado de alerta, ya que cada pequeña elección del traductor —y toda palabra es una elección— potencia una cosa y difumina otra respecto de la intención original del autor al expresarlas en su lengua materna. De cualquier manera, esta conciencia de los matices que una palabra o el orden de elementos en una frase aportan al texto, debemos extenderla también a los escritos en nuestro propio idioma para aumentar nuestra profundidad de comprensión de los mismos.



[1] Para profundizar en el currículum profesional de Dámaso López puede consultarse https://www.ucm.es/departamento-estudios-ingleses-linguistica-y-literatura/damaso-lopez-garcia
[2] Para profundizar en el currículum profesional de Miguel Temprano García puede consultarse http://www.acantilado.es/persona/miguel-temprano-garcia.
Sobre la opinión de Vicente Molina Foix sobre su traducción de Michael Cunnigham, puede consultarse https://elpais.com/diario/2011/06/10/opinion/1307656808_850215.html 
[3] Entre otros ejemplos de traducciones erróneas que plagan el texto, tenemos en la página 189 platos brillantes como traducción de plates of brightness y en la página 266 repentina deliberación por sudden intensity y ésta ha sido mi visión por I have had my vision.

Comentarios

  1. Me ha encantado Sonsoles. He hablado mucho de este tema con nuestra compañera Elsa precisamente por Al faro. Ella es traductora y, durante la lectura, comparamos las diferentes versiones que teníamos. Es un tema muy interesante y al mismo tiempo desquiciante en algunos autores como Woolf o como Jelinek.

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