TODO SIGUE IGUAL
Luz María Arango Uribe
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El Proceso- La metamorfosis . Franz Kafka
La literatura y la realidad social que vivió el escritor Franz Kafka van a estar siempre ligadas con su obra. La primera mitad del siglo XX es uno de los períodos más complejos y conflictivos de la historia. Es la gran transformación política, social, económica, ideológica y artística.
Kafka nace en el año 1883. El Imperio Austro Húngaro rige la Europa de finales del S. XIX. La crisis de fin de siglo supone el final de la sociedad burguesa y de todos sus valores que, finalmente, es lo que desatará la Primera Guerra Mundial y la fundación de la República de Checoslovaquia. Estos acontecimientos están impresos en la obra de Franz Kafka, una obra autobiográfica y crítica que retrata su vida familiar y pública.
Kafka nace en una familia de comerciantes judíos: Hermann Kafka (1852-1931) y Julie Löwy (1856-1934). Su educación estuvo a cargo de su padre. Una persona sin pretensiones económicas, autoritaria y prepotente; su madre, a diferencia de su padre, que provenía de una familia burguesa judío-alemana con una situación económica mucho mejor que la de su esposo. Julie Löwy tuvo la oportunidad de rodearse de personas educadas y cultas dentro de un ambiente artístico. Sin embargo, el temor que le tenía a su esposo, la relegó a un segundo plano en la educación de su hijo. Frank Kafka reconoce en una de sus cartas que él es más Löwy que Kafka: “Soy un Lowy” —dice con distintivo orgullo, insinuando su delicadeza y vulnerabilidad.(1)
La Metamorfosis y El Proceso son dos obras que reflejan la situación socio política de la Praga de entonces. Kafka se empeña en evidenciar la impotencia del ciudadano común, frente a la corrupción y la burocracia de la época. Su escritura plasma la deshumanización y la apatía de la sociedad burguesa y, al mismo tiempo, la debilidad e impotencia del individuo ante las instituciones. Kafka anticipa la opresión y la angustia del ser humano de los siglos XX y XXI. Una realidad caótica, descuadernada e innegable hasta nuestros días. El sistema judicial que lleva a la muerte de Joseph K, en El Proceso, se podría comparar con el olvido y desconocimiento de la familia de Gregorio Samsa ante la situación desesperada que vive su hijo en La Metamorfosis (3).
El tema principal de las dos obras gira alrededor del significado de la justicia y su relación directa con el poder.
“¿Por qué había sido condenado Gregorio a prestar sus servicios en una empresa en la que al más mínimo debido se concebía inmediatamente la mayor sospecha” …”¿Es que todos los empleados sin excepción eran unos bribones?” (4)
Los dos personajes (Josep K y Gregorio) se sienten atrapados en una realidad de enajenación, que poco a poco los debilita hasta la rendición y el abandono. En el primer caso la amenaza del juez, y en el segundo, la amenaza del padre y el abandono de la madre y su hermana.
En un lenguaje connotativo, basado en la subordinación y la repetición, el escritor va rebelando la situación que van recorriendo los personajes. En ninguno de los dos casos Kafka hace referencia a la vida pasada de ellos. Lo único que le interesa al escritor es evidenciar su situación actual.
Kafka muestra con su escritura como el sistema dicta, regula y manipula unas leyes que ignoran el bienestar común. Denuncia un sistema que condena y explota a sus propios ciudadanos. En definitiva, exhibe un sistema corrupto que no funciona, que excluye y que juzga a un ser humano, hasta la muerte.
El mundo se maneja únicamente por los que se mueven en las esferas políticas y financieras y que además ignoran por completo la angustia y el sufrimiento de los ciudadanos comunes. Estos sujetos que se encuentran en la cima, no tienen inconveniente en desconocer el colectivo para su propio beneficio.
Hoy, en pleno siglo XXI, noticieros y periódicos cuentan todas las mañanas las mismas historias de políticos inescrupulosos que se bambolean inmunes ante una ciudadanía que tiene las manos atadas.
El Proceso muestra como las leyes no significan justicia y que el uso de estas es completamente arbitrario. Es un sistema, en definitiva, ineficiente y mediocre que no se diferencia al sistema de hoy.
A Joseph K lo defiende un abogado gracias a la influencia de su tío. El tío le insiste que defienda a Joseph de un delito que no se sabe cuál es. En la primera cita el abogado los recibe desde la cama porque, según él, se encuentra muy enfermo. Una chica bastante joven, cuida de él.
“Cuando se está tan enfermo como yo” dice el abogado, “hay que estar tranquilo. A mi no me parece triste”… “Y Leni me cuida bien, es muy buena” (5)
“Por lo que se refiere al asunto de tu sobrino, me consideraría feliz, de todos modos, si mis fuerzas bastaran para esa tarea, sumamente difícil; mucho me temo que no basten, pero en cualquier caso no dejaré de intentarlo todo; si yo no bastara, siempre se podría recurrir a algún otro. Para serte sincero, el asunto me interesa demasiado para ser capaz de renunciar a toda participación”.(6)
La lectura de los dos libros se realiza con un ritmo en altibajos donde el lector puede sentir el dolor y el desconcierto a través de la transformación de los personajes. Transmite el sentimiento de impotencia, del no poder enfrentar un sistema sostenido en unos cimientos de hierro y concreto imposibles de derribar. Es ver la proximidad de lo inevitable a causa del abandono del estado. Es darse cuenta que la lucha por la libertad es inalcanzable y asumir que el sistema es invencible.
Para Josep K y Gregorio Samsa aceptar que nunca van a conseguir el perdón y, que además, deben reconocer la culpa hasta el día de su muerte, parece ser su único destino. Porque el ser humano en la obra de Kafka es oprimido, humillado e ignorado por el sistema. Es el dolor de no ser nadie. Es la humillación llevada al extremo.
La historia de La metamorfosis no se produce solo en la vida de Gregorio Samsa. Es una historia que se repite todos los días. La sociedad actual se transforma en deshumanización, porque lo ajeno no existe. Solo existe el bienestar individual. Cada uno debe tener sus propios cosas y no se comparten. El mundo privado determina el rol del individuo en la sociedad. Cada uno marca su rumbo y su identidad depende del objeto que lo acompañe. Cada uno está pendiente en construir una imagen que no tiene desconoce a los demás. Es el egocentrismo llevado al extremo porque si no se alcanza un reconocimiento social, la vida no tiene sentido. La imagen es la que triunfa o la que te entierra. Seguimos presos del sistema. Nada cambia.
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1. nexos.com.mx Kafka; La Invención de un padre. Joseph Hodara
2. KAFKA,FRANZ. El Proceso. Madrid: Alianza Editorial, 2017
3. Kafka, Franz. Biblioteca Virtual Universal.
4. Ibid. Pág.5
5. KAFKA,FRANZ. El Proceso. Madrid: Alianza Editorial, 2017 pág 112
6. Ibid pág,114
7.https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/colaboraciones/14637-kafka-kayser-y-la-deshumanizacion
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