El Extranjero: tiempos de pragmatismo social - Lorena Salazar Masso
Lorena Salazar Masso
Crítica
Obra: El Extranjero,
Albert Camus.
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El Extranjero: tiempos de pragmatismo social.
Durante muchos años, para la sociedad, sin drama no había dolor. Premisa que anula el sentimiento de hombres y mujeres discretos, que, al crecer en ambientes hostiles, en medio de una realidad cruda, reaccionan diferente frente a ese sentimiento. Y, por otra parte, de personas que saben que hoy los dolores y malas noticias están a la orden del día gracias al despliegue de las redes y tecnologías de comunicación.
Veremos cómo el enfoque del sentido del tiempo puede hacer parecer a los humanos como insensibles y pragmáticos frente al dolor, analizando partes de la obra y comparándolo con el flujo de noticias de la actualidad.
Las condiciones en las que creció Camus lo prepararon emocionalmente para todo tipo de retos, lo que se ve reflejado en la forma como Meursault se toma la noticia de la muerte de su madre.
Apartado de biografía
de Camus:
“Su madre Catherine
Hélène Sintès, era una humilde mujer
que no sabía
leer y sufría
de sordera. Su padre Lucien Camus,
un pobre granjero
de origen alsaciano.
Lucien Auguste Camus,
fue enviado como
soldado a la Primera Guerra Mundial,
durante la Batalla
del Marne murió
debido a una explosión de una granada. Este hecho
hizo que la familia de Camus
se trasladara al distrito de Belcourt,
donde estuvieron hacinados
por un tiempo
en la casa
de la abuela
materna”. (Historia-biografía, 2018)
Meursault y la noticia de muerte de su madre:
“Hoy mamá ha muerto.
O tal vez ayer, no sé. He recibido un telegrama del asilo: <<Madre Fallecida. Entierro mañana. Sentido pésame>>. Nada quiere decir. Tal vez fue ayer”. (Camus)
A Camus, crecer en un ambiente difícil pudo hacerlo fuerte frente a
determinados temas de la condición humana como la muerte. La obra está
impregnada de este pragmatismo. Quizás en su mente rondaba un “las cosas son como son y así seguirán siendo”. Lo cual le ahorraba tiempo en la búsqueda de razones, que, a otras personas, les toman la vida entera.
Así, tuvo tiempo,
no suficiente, para dedicarse a narrar con una elegancia simple, historias cargadas de sentido humano.
El pragmatismo de Camus se ve a diario en la sociedad. Las redes sociales
permiten la facilidad de comunicación e información. Así como una noticia nace
y vuela por el mundo entero en minutos, así mismo muere y se olvida. Las
noticias salen como pan caliente y se van posicionando encima de otras, hasta
que las primeras van perdiendo importancia. Lo que pasa un lunes, el viernes es
periódico de ayer, como cantaba Lavoe.
Durante el 2018 vivimos “los incendios en california, la represión en
Nicaragua, la dictadura de Venezuela, el huracán Florence, los incendios en
Grecia, el avión que se estrelló en Rusia, la elección Bolsonaro” y mil
noticias más que se iban acumulando en el baúl de las desgracias humanas. (infobae, 2018)
El flujo de noticias constante que trajo la expansión de las
comunicaciones, ha hecho que terminemos actuando frente a estas con el
pragmatismo de Meursault. No es que no le duela, es que para él, la vida sigue.
Se deja llevar por el flujo natural, no se opone, es un observador de todo tipo
de desgracias, incluso las suyas.
“Me costó trabajo levantarme porque estaba fatigado de mi jornada de ayer
(entierro de su madre). Mientras me afeitaba, me pregunté qué iba a hacer y
decidí ir a bañarme. Tomé el tranvía para ir a la casa de baños del puerto.
Llegué y me zambullí. Había mucha gente joven. Encontré en el agua a Marie
Cardona, una antigua mecanógrafa de mi oficina, a la que había deseado
entonces…” (Camus)
Así fue como para Meursault, la vida seguía después del entierro de su
madre. Un nuevo día llegaba y aplastaba el de ayer. Aquí nada tiene que ver si
la relación con su madre era cercana o si no la quería. El sentido del
pragmatismo hubiese hecho que él actuara de dicha forma en ambas situaciones.
Así mismo como las noticias del día a día. Que el drama de una noticia dure
máximo dos días, no significa que no duela. Los días siguen pasando y con ellos
las noticias y el oportunismo de los medios y gobiernos que aprovechan este
ritmo de comunicación para dejar atrás aquello de lo que no es conveniente
hablar. Las noticias van pasando y las personas no tienen tiempo de reaccionar
a ella porque al instante ya hay un nuevo hecho que llama su atención. Las
nuevas noticias, son como los nuevos días para Meursault.
“El tweet más compartido del 2018, que fue publicado apenas hace dos meses,
es del jugador de YouTube, Elrubius, quien anunció un desafío llamado
"Limonada 2.0", en el que los fanáticos podrían retuitear el mensaje
para ganar premios. Hasta ahora, el post ha acumulado 1,795,365 retuits, y se
espera que recibe más. Mientras que el tweet más citado fue una publicación
de Summer Jeanneque llamaba a compartir las “opiniones impopulares” con un
video de cuando Obama dejó caer el micrófono como símbolo de fin de mandato”. (Pentin, 2018)
Sin importar el orden, si son noticias buenas, malas, si construyen o son
cortinas de humo, si entretienen o generan polémica, van cayendo una encima de
otra y se van convirtiendo en simples números y estadísticas.
“…Le dije que mamá había muerto. Quiso saber cuándo, y le respondí:
<<ayer>>. Hizo un ligero movimiento, pero ningún comentario. Quise
decirle que no era culpa mía, pero me contuve porque pensé que ya se lo había
dicho a mi patrón. Nada significaba eso. De todos modos, uno es siempre un poco
culpable”. (Camus)
Así como Meursault, las personas en el fondo son conscientes de las
desgracias humanas. Pero el sentido de culpa o dolor duran 5 minutos. O Quizás
entre 90 segundos y 8 minutos, que es lo que científicamente está comprobado
que dura una emoción en el cuerpo. (Malaisi, 2017) .
Sea por pragmatismo o por excesiva información, el ser humano cada vez
tiende a comportarse más como Meursault. Lo que tendría una calificación de
valor dependiendo del contexto. Pero si la velocidad de las comunicaciones han
arrastrado a la sociedad a un pragmatismo frío y desapegado de los hechos
diarios, quizás esta misma ola que lo trajo se lo lleve y con el nazca una
sensibilidad, que lejos del drama, se atreva a conmoverse a su manera por los
hechos de la humanidad, sin ningún tipo de juicios.
BIBLIOGRAFÍA
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