Hamlet: La locura y la representación como búsqueda de la verdad



                                                                                                                                                                     






            Máster Escritura:  Lectura Crítica
              Isolda Patrón-Costas


La locura y la representación como búsqueda de la verdad
                                                                                                                                                                     

Lo que ha hecho a Hamlet universal es su condición profundamente humana. Y en eso estriba su modernidad, en la duda continua que planea a lo largo de toda la obra, en esa ambigüedad que le lleva a la inacción, a debatirse continuamente y mostrar todas las contradicciones del hombre. El conflicto se nos presenta prácticamente al empezar la obra, cuando aparece el espectro y se nos pone en conocimiento de la muerte del padre de Hamlet. A partir de ahí todo el desarrollo de la historia va en función de satisfacer la necesidad de venganza y la restauración del honor perdido. Pero, más allá de asistir a una tragedia de venganza, la obra va desplegando ante nosotros toda una digresión sobre la traición, la verdad frente a la mentira y el engaño, la muerte, la culpa, la virtud, el honor, la locura. Y es en esa digresión que va avanzando la obra, con la locura de fondo en múltiples formas: pesadillas, imaginación, delirios, confusión.

En una lucha continua por desenmascarar la mentira, Hamlet tiene que fingir su propia locura y trazar todo un juego entre la verdad y la mentira, la apariencia y lo real, para sacar a la luz la infamia de la traición del Rey y la Reina. No en vano, en el propio nudo de la historia, hay un juego de representación de la verdad a través del teatro y se alude continuamente a la máscara y al espejo, así como a la mentira de la acción. La palabra y la razón son ensalzadas y son las armas más certeras que tiene Hamlet para hallar la verdad. En Hamlet todo es un juego caleidoscópico que nos lleva a múltiples interpretaciones. La complejidad del ser humano reflejada en todas sus dimensiones.

Hamlet lucha durante toda la obra contra sus propias angustias, expresadas en sus soliloquios, llenos de metáforas y contradicciones, que muestran su naturaleza dubitativa, e intenta volver al orden establecido y restaurar el bien. Incluso cuando habla de la muerte, tan presente en toda la obra, aprovecha para introducir la contradicción en su famoso soliloquio “Ser o No Ser” cuando dice “ese país por descubrir, de cuyos confines ningún viajero retorna” [Pág. 349, Hamlet], cuando en realidad el Espectro ha retornado de la muerte.

Uno de los temas que plantea Hamlet es si la venganza puede tener un respaldo moral y razonable. De ahí que la locura juegue un papel importante como metáfora y como contraste a la razón. Y por eso tanto el asesinato de su padre como el motivo de su venganza son causa de su locura. La “locura” en Hamlet surge cuando la verdad no se puede explicar de forma racional, porque Hamlet solo tiene como testimonio (en un principio), un espectro, que no forma parte de lo real y, por tanto, tiene que representar la verdad (“Asesinato de Gonzalgo”) para esperar a la reacción de Claudio antes de poder vengar a su padre; de otro modo, sería asesinato y no venganza. Se busca una justicia de la venganza. La razón no puede ofrecer un motivo razonable para la venganza, ni puede explicar el significado de la muerte, por eso aparece la locura.

Hamlet es una obra que sigue fascinando por el profundo subtexto que encierran cada una de sus páginas, de sus frases. Todo en Hamlet es un juego infinito de matrioshkas, esas muñecas rusas que siempre encierran otra muñeca dentro, y otra, y otra… En Hamlet, las palabras son una representación de la verdad, y bajo ellas hay toda una polisemia y multiplicidad de sentidos. Hamlet apela continuamente a la participación del lector / espectador para construir el significado de la realidad. Y siempre la verdad frente a la mentira:

“Que para peces de verdad buenos son anzuelos de mentiras” [Pág. 231, Polonio]
“El rostro de una coima embellecido con afeites no es más repugnante que mis hechos que he sabido maquillar con mis palabras.” [Pág. 345, Rey].

Y en ese juego de Matrioshkas, tenemos también el teatro dentro del teatro y la representación como venganza: se desenmascara la verdad a través de una representación. Hamlet actúa como loco cuando le interesa, fingiendo y representando un papel de cara a los demás. Para Hamlet la “locura” es sufrimiento real, pero también un recurso para la acción, para conseguir sus propósitos, es una representación. En su afán de vengar a su padre, Hamlet enloquece a Ofelia.

En definitiva, asistimos continuamente a nuestro propio debate como seres humanos de lo que es real y lo que no lo es, y contemplamos, como si de un espejo se tratara, el juego de la vida ante nosotros, la búsqueda de la verdad, de una certeza que logre explicarnos lo que somos. Y en medio de todas esas piezas en las que Hamlet disecciona la verdad, cada lector, cada espectador, recompone el puzzle con una única clarividencia: que la muerte llega y que nos hace a todos iguales.

Bibliografía:

-Shakespeare, William. Hamlet. Edición bilingüe del Instituto Shakespeare dirigida por Manuel Ángel Conejero. Versión definitiva de Manuel Ángel Conejero y Jenaro Talens. Madrid. Vigésimo segunda edición, 2017.


Webgrafía:

-Shakespeare Essays, Articles and Book Excerpts. Hamlet. Problem Play and Revenge Tragedy. Recuperada el 6 de diciembre de 2018 desde http://www.shakespeare-online.com/essays

-Shakespeare Essays, Articles and Book Excerpts. Introduction to the characters in Hamlet. Recuperada el 6 de diciembre de 2018 desde http://www.shakespeare-online.com/essays

-El cine signo. La locura en Hamlet. Recuperada el 5 de diciembre de 2018 desde https://elcinesigno.wordpress.com/2011/09/24/la-locura-en-hamlet/











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